viernes, 26 de octubre de 2012

"Tío este es mi caos, esta es mi desidía"



Sanando desde dentro. Sin sangrar. Cosiendo las heridas con hilo, aguja y esperanza. La ilusión, la paz interior, volando en la soledad de mi propio fondo. Vomitando corazón, prometía no volver a usarlo. Suspiros de indiferencia, los suspiros del alma rota ya pasaron de moda. Tú pasaste de moda. Aburridos, cansados, hastíados, podridos. Los latidos. El miel de mis ojos. El gris qué los aprisiona. Me escuece la sal de mi paladar, el sabor salado y amargo qué se quedó en mis labios. Unos labios muertos sin los tuyos. Unos latidos confusos, perdidos, sin ritmo y desacompasados. Pierden el equilibrio sin los tuyos. Os gusta verme como me ahogo, ver sangrar mis puños, llorándole y gritándole al papel. Pero el placer le soportaré yo porque mí sonrisa va acompañada de unas chinchetas qué la sujetan. Qué no se caen. Y qué siempre la mantienen. Yo, mí sonrisa, mis alas, mi alma, mí libertad, mi aire. Me he recuperado a mí. Mi propio caos desordenado se ve un poco más claro desde qué comprendí y empecé a tener cariño y acaricia esquizofrénicamente mi caos contradictorio personalizado. 


martes, 16 de octubre de 2012

- Le dije: te esperaré la vida entera.

Te juro que no puedo evitarlo. No puedo evitar pensar en ti y en tu sonrisa, en tu manera de abrazarme cuando todo iba mal y tu manera de decirme lo mucho que me querías. No puedo evitar sonreír cuando me acuerdo de nuestras tardes de invierno en un portal, escondidos de la multitud de gente que pasaba en frente nuestro.

Me acuerdo cuando una vez me dijiste que nuestras discusiones no nos hacían sino más fuertes de lo que éramos y de que nuestro 8 tumbado iba a llegar más allá de lo que ningún infinito llegaría jamás. Inifinity and beyond, te solía escribir yo en la palma de la mano.

Decías que era una chorrada eso de hablar sobre el futuro pero luego te adelantabas a besarme fuerte en el papo diciéndome lo mucho que me echarías de menos en verano.

Ojalá fuera fácil olvidar todo eso. Ojalá fuera fácil olvidarte.

Te juro que daría lo que fuera por una discusión más como las nuestras, por una conversación y un buenos días princesa.

Te juro que daría lo que fuera por un te quiero tuyo.